Técnicas culinarias: adéntrate en la alta cocina

En Monastrell siempre buscamos la armonía entre tradición y modernidad para nuestra alta cocina. Para lograrlo, nuestra chef María José San Román combina con maestría técnicas culinarias tradicionales con otras innovadoras y contemporáneas, aprovechando además los sabores auténticos de la región con productos frescos y de temporada.

Nos acercamos a estos métodos imprescindibles para elaborar los diferentes platos que protagonizan nuestros menús, tanto a las técnicas culinarias tradicionales como a las más recientes y sorprendentes. Todas ellas, en conjunto, ayudan a crear el camino hacia la alta cocina

La alta cocina se caracteriza por factores o elementos determinados, que la diferencian de otras alternativas gastronómicas:

  • Los ingredientes utilizados son siempre de máxima calidad (en Monastrell tenemos el privilegio de que muchos de ellos provienen directamente de nuestro propio Huerto Terramón).
  • La armonía de sabores es imprescindible, muestra de ello puede descubrirse en la alta cocina que la chef María José San Román consigue a través de sus platos.
  • La presentación también es clave en la alta cocina, pues destaca por su excelencia, su elegancia y ciertas dotes artísticas.

A estos elementos se suman también las técnicas culinarias, muchas de ellas consideradas “avanzadas” o “innovadoras”, porque representan una transformación por completo de la forma de preparar cada plato.

Repasamos las técnicas culinarias más conocidas, diferenciando para ello las tradicionales de las más sorprendentes y recientes:

Tradicionales

Estas son técnicas culinarias tradicionales, que en la práctica nos han acompañado en la cocina prácticamente desde siempre:

  • Hervir: cocer los alimentos en agua a 100oC (recomendable iniciar la cocción cuando el agua ya haya comenzado a hervir).
  • Pochar: introducir los alimentos en agua caliente que no llegue a hervir (60oC – 80oC).
  • Cocinar al vapor: cocer los alimentos sin sumergirlos en el agua.
  • Freír: introducir los alimentos en aceite caliente (la cantidad de aceite y su temperatura permite variar esta técnica culinaria en otras modalidades).
  • Saltear: preparar el alimento con poco aceite a muy alta temperatura, haciendo “saltar” los ingredientes.
  • Estofar: cocinar el alimento en su propio jugo (la temperatura debe ser inferior a 100oC y debe hacerse tapando la preparación).
  • Rehogar: cocinar alimentos en un poco de aceite previamente calentado, a una temperatura media-alta, removiendo de forma constante para mantener el calor uniforme.
  • Guisar: cocinar alimentos previamente rehogados en una olla que tiene salsa o caldo (la temperatura suele estar entre 75oC y 100oC y es un proceso lento).
  • Gratinar: aplicar calor desde arriba para conseguir una corteza crujiente (se aplica en el horno).
  • Asar: aplicar calor a alta temperatura (normalmente en una parrilla o plancha).
  • Glasear: dar brillo a un alimento que está crudo o cocido (aplicable en verduras, carnes y pescados, aunque se le reconoce sobre todo en elaboraciones de pastelería).
  • Blanquear: cocer muy poco el alimento en agua o aceite (para ablandarlo o reducir un sabor demasiado intenso).
  • Confitar: introducir el alimento en un líquido graso a baja temperatura para que las grasas se fundan con la cocción (a unos 60oC – 90oC).

Nuevas técnicas culinarias

A continuación se identifican algunas de las nuevas técnicas culinarias, con las que la alta cocina ha mantenido una evolución constante:

  • Deconstrucción: consiste en transformar formas, temperaturas y texturas de cada uno de los ingredientes, pero sin alterar su sabor.
  • Esferificación: transformar líquidos en esferas sólidas de pequeño tamaño.
  • Gelificación: transformar líquidos en gel, consiguiendo así una textura más sólida y densa.
  • Nitrógeno líquido: congelar los alimentos con nitrógeno líquido que está a una temperatura de -196oC (permite también crear efectos de humo y niebla, con resultados visuales espectaculares).
  • Técnica culinaria del vacío o sous-vide: cocción al vacío que se realiza con los alimentos sellados en bolsas plásticas.
  • Cocina molecular: innovadora técnica culinaria, que plantea combinar ciencia y gastronomía para descubrir texturas y sabores sorprendentes (en la práctica podríamos considerar técnicas como la gelificación y los aires y espumas como creaciones de la cocina molecular).
  • Aires y espumas: consiste en añadir aire a líquidos o purés, para crear una textura más ligera, aireada (también se le conoce bajo el término “foam”).
  • Terrificación: transformar un alimento graso en polvo, con una textura similar a la tierra, que se diluye al contacto con la saliva.
  • Liofilización: congelación de los alimentos para evaporar el agua que tienen y conseguir una textura seca, pero manteniendo el mismo sabor y aroma que cuando estaban frescos.
  • Ahumado en frío: exponer los alimentos a un humo que generamos con maderas aromáticas (de esta manera, se impregnan de sabores ahumados sin afectar a su propia textura o nutrientes).
  • Impresión 3D: consiste en aplicar esta tecnología para conseguir crear con los alimentos formas y estructuras que serían imposibles con una técnica manual.

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