Los mejores tipos de vinagre para elevar tus platos en alta cocina

Nuestra chef, María José San Román, es embajadora del aceite de oliva desde hace 20 años, pero este ingrediente no es el único que despierta su pasión culinaria. El vinagre también tiene un papel protagonista en su cocina y, de hecho, participa en la recepción que ofrecemos a nuestros comensales en Monastrell de una forma única.

chef michelin maria jose san roman en alicante

La denominación de origen (DO) consiste en un sello de calidad por el que se reconocen las características propias de un producto cultivado y preparado en una zona geográfica en concreto.

Este sello también sirve de garantía para confirmar que el producto cumple con las excepcionales propiedades que se le asocian a su variedad.

En España tenemos el privilegio de contar con varios vinagres con denominación de origen:

  • Vinagre de Jerez
  • Vinagre de Montilla-Moriles
  • Vinagre de Rioja

En Monastrell el vinagre de Montilla-Moriles tiene especial relevancia. Siempre recibimos a los comensales con un vaso de agua con gas acompañado de este vinagre a modo de bebida inicial. Así comienza la experiencia gastronómica en nuestro restaurante frente al Puerto Marítimo de Alicante.


¿Cuántos tipos de vinagre existen?

La variedad de vinagre condiciona en gran medida los sabores que cada plato puede ofrecer. En nuestra cocina elaboramos cada receta con pasión y meticulosidad, cuidando la elección de cada ingrediente. Por ello, elegimos con precisión el mejor vinagre para cada elaboración:

Vinagre de vino: un clásico en la alta cocina

Es uno de los más utilizados en la alta cocina, dado que su intenso sabor ayuda a resaltar en gran medida el aporte del resto de ingredientes.

El vinagre de vino tinto es muy aprovechado en guisos de carne y en salsas junto con especias como la pimienta o la mostaza.

El vinagre de vino blanco, más suave al paladar y de menor acidez, acompaña muy bien encurtidos, conservas y recetas con pescado.

Vinagre balsámico: el toque dulce y ácido que transforma tus recetas

Del mosto del vino proviene el vinagre balsámico, característico por su tonalidad oscura y una textura más espesa que la mayoría de otras opciones.

Su sabor dulce e intenso constituye un reclamo idóneo en entrantes, ensaladas o pescados como el atún y el salmón.

Vinagre de manzana: frescura y sutileza en cada gota

El gusto afrutado del vinagre de manzana (conocido también como vinagre de sidra), lo convierte en una elección dotada de frescura y sutileza.

Aporta al paladar cierto toque picante y dulce, menos ácido que otras propuestas, por ello se combina con mariscos, pescados y carnes blancas, así como con salsas y otras recetas dulces.

Vinagre de jerez: un sabor profundo para platos exclusivos

El vinagre de Jerez es uno de los más distinguidos en gastronomía. Su procedencia del vino de Jerez le aporta una alta intensidad en sabor, con todos los matices reconocidos de su denominación de origen.

Su aplicación es versátil y combina muy bien con todo tipo de ingredientes para recetas de pescados, carnes e incluso con salsas y escabeches.

Vinagre de madera: para una experiencia gastronómica única

Algo más desconocido es el vinagre de madera, elaborado a partir de una fermentación de líquidos que contienen madera o están en contacto con ella.

Su presencia en la alta cocina se asocia a la cocina de fusión y la gastronomía experimental, como ingrediente aromatizante, por ejemplo, con notas ahumadas en carnes y guisos.

Vinagre de arroz: el aliado perfecto en la cocina asiática

Desde Asia nos llega esta variante de vinagre tan original. Se presenta en un color blanco y dorado pálido, antesala de un sabor agridulce pero sutil, muy balanceado.

El sushi es el plato más famoso en el que el vinagre de arroz tiene presencia, pero no el único. Es perfecto para ensaladas de algas, postres, verduras al vapor o incluso para preparar pescados.

Vinagre de uva: ligereza y versatilidad en tus preparaciones

El vinagre de uva es una alternativa suave y ligera que admite la compañía de todo tipo de ingredientes.

De color claro o ligeramente dorado y acidez moderada, suele enriquecer salsas, marinados o incluso vinagretas, gracias a que su sabor no sobresale por encima del resto de ingredientes.

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