“Oro líquido”. Ya le otorgaba al aceite esa descripción Homero en el siglo VIII a.C. en la obra la Odisea. Valoraba el autor griego las propiedades curativas de este extraordinario elemento extraído de la aceituna.
Este considerable reconocimiento se mantiene, si no es que se ha potenciado, sobre todo en torno al aceite de oliva virgen extra. Este ingrediente es valorado en cualquier plato, tanto por sus propiedades nutritivas como por su sabor inconfundible, que aporta siempre una experiencia culinaria única, sobre todo teniendo en cuenta la amplia variedad de tipos de aceite de oliva virgen extra disponibles.
Todo sobre los diferentes tipos de aceite de oliva
Nuestra chef, María José San Román, consolida en sus creaciones, mezcla de tradición y modernidad, ese extraordinario valor del aceite de oliva virgen extra. Una pasión que atesora, según ella misma reconoce, desde su asistencia al Beyond Extra Virgin de 2010 en Verona (Italia) por solicitud de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español.
A día de hoy, al igual que un sumiller antoja imprescindible aprovechar distintos vinos para cada ocasión, nuestra chef afirma que los diferentes tipos de aceite de oliva deben escogerse por sus sabores únicos y su capacidad de realzar mejor cada plato.
María José San Román es incluso Embajadora Internacional del AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) y transmite las extraordinarias cualidades de este alimento tanto en ponencias (como la que ofreció en Madrid Fusión titulada “Un aceite para cada plato”), como en cursos formativos y, por descontado, en la cocina de nuestro restaurante.
En Monastrell elaboramos cada receta con pasión y meticulosidad, hasta en el más mínimo ingrediente que forma parte de su preparación. Por este motivo, la elección de las clases de aceite de oliva virgen extra adecuadas se convierte en un requisito necesario para brindarte una experiencia inigualable en tu visita.
Repasamos a continuación algunos de los diferentes tipos de aceite de oliva virgen extra disponibles en nuestra gastronomía:
Picual
Debe su nombre el aceite de oliva virgen extra Picual a la terminación en pico de su fruto, también característico por su forma redondeada.
Aporta este aceite unas notas intensas a hierba fresca, acompañadas de cierto toque afrutado, con un ligero amargor que permanece con insistencia.
Su personalidad única lo hacen recomendable tanto en ensaladas como en guisos de carne, así como elaboraciones especiales como el carpaccio.
María José San Román explica sobre la variedad Picual que “tiene mucho carácter y es perfecta para ese tipo de platos como carnes rojas, pescados de roca, huevos fritos, salsas de tomate y preparaciones de pastelería.”
Arbequina
El aroma del Mediterráneo se hereda en el aceite de oliva virgen extra Arbequina, suave y aromático, ideal para platos en los que se desea contar con sus beneficios, pero con menos picor y amargor.
Sus toques frutales, casi dulces, aportan un equilibrio inmejorable para casi todo tipo de platos. No por nada es considerada esta variedad de las más versátiles.
Arroces, cremas, ensaladas o incluso repostería aprovechan las cualidades incomparables de este aceite, que también tiene la puerta abierta a carnes y pescados marinados.
Hojiblanca
La hoja blanca del olivo es responsable del bautismo que recibe el aceite de oliva virgen extra Hojiblanca.
Entre su amalgama de sabores, las notas dulces y afrutadas son las más destacables, así como un ligero picante que se nota en muchas ocasiones.
Es un aceite versátil aunque intenso. Ideal para aprovechar en todo tipo de sopas y cremas, así como también para marinar pescado o platos de pasta.
Además, es recomendable seguir los consejos de nuestra chef sobre la variedad Hojiblanca, de la que indica que “pierde sus toques amargos al freírse y aguanta muy bien la temperatura, también es perfecta para frituras y salteados.”
Cornicabra
La popularidad del aceite de oliva virgen extra Cornicabra es altamente merecida. Su nombre está asociado a la forma alargada de la aceituna, casi en forma de cuerno.
Ofrece aromas frescos y notas de sabor con suave amargor, pero un picor más extendido que otras variedades.
La intensidad del sabor del aceite Cornicabra no le resta versatilidad. Su resistencia en altas temperaturas lo presentan apropiado para todo tipo de frituras, aunque no se debe descartar su aporte en ensaladas y aliños de diferente tipología.
Manzanilla
Otro protagonista asiduo de la cocina mediterránea es el aceite de oliva virgen extra Manzanilla, variedad de fama internacional.
El sabor único de este aceite oscila entre notas frescas y dulces, con especial permanencia de estas últimas.
Aromático, equilibrado, afrutado, el aceite de oliva Manzanilla se recomienda en crudo, por eso las ensaladas lo acogen de forma natural. Sin embargo, es también altamente resistente. Su presencia en guisos y frituras puede elevar la experiencia culinaria hacia una elaboración memorable.
Picudo
La aceituna de variedad Picudo se reconoce al instante. Su forma de pico es inconfundible. El aceite de oliva virgen extra Picudo, casi inmejorable.
Es también un aceite delicado, que debe conservarse con mimo y cuidado. Pero su sabor es intenso, casi vinculado al de frutas exóticas.
Su equilibrio en cuanto a amargor y picante lo hacen idóneo para platos a la plancha o pescados cocidos. También en salsas y elaboraciones similares puede ser la nota distintiva del plato.
Empeltre
Sutil, discreto y siempre elegante. El aceite de oliva virgen extra Empeltre sabe estar a la altura de cualquier plato que requiera su acompañamiento.
Con notas de sabor de oliva madura, se presenta como ideal compañero de pescados suaves como el lenguado o la merluza y de verduras elaboradas al vapor o a la parrilla.
Por descontado, también es bienvenido en atrevidas ensaladas o incluso como pareja del queso fresco.
Ocal
Sus persistentes notas afrutadas hacen inconfundible al aceite de oliva virgen extra Ocal, otra gran variedad de este “oro líquido” que atesora nuestra cocina.
Fresco, dulce e intenso, este aceite ofrece un sabor persistente, con cierto predominio de picante y amargor.
Se recomienda para cocinar a baja temperatura, por ejemplo como broche final de pescados al horno, aunque también sirve para elaboración de mayonesa y bechamel o de salmorejos y gazpachos.
Verdial
Del latín “viridis” (verde), el aceite de oliva virgen extra Verdial recibe con motivos de peso este nombre, por ser capaz de mantener su tonalidad intensa incluso cuando la aceituna está madura.
Ofrece un sabor suave y equilibrado. Con notas frutales y herbales. Y aromas clásicos de manzana y hierba fresca.
La armonía que consigue hacen a este aceite recomendable tanto en ensaladas como en la preparación de salsas suaves. Pero también es capaz de marcar una diferencia gustativa si se aprovecha en pescados asados.
En Monastrell, los aceites de oliva virgen extra monovarietales representan la columna vertebral de nuestra propuesta culinaria. Estas variedades descritas aquí son utilizadas a diario en diferentes recetas de nuestra carta. ¡Incluso en postres!
Cuando visites nuestro restaurante, te recomendamos escoger la crema helada de aceite hojiblanca, miel, flores y polen, con la que descubrirás una nueva experiencia culinaria, que demuestra cómo el insuperable valor del aceite de oliva es también gratificante en recetas de helados y postres.
Por descontado, esta pasión por el aceite de oliva se transmite en cada plato de nuestra carta, desde el primer momento de su elaboración, tal y como detallaba nuestra chef en una entrevista para Aceites de Oliva de España:
“Para mí, la materia grasa, que es transmisora de sabores, es lo más importante del plato. Eso es lo que decidimos en el primer momento cuando abordamos cualquier plato. Todo empieza con el aceite.”